Las habitaciones pequeñas pueden ser increíblemente cómodas y convenientes, pero también es muy fácil llenarlas en exceso y terminar teniendo un lugar apretado e incómodo para dormir y pasar las noches.
Si tienes que lidiar con una recámara pequeña, entonces puedes experimentar dificultades para acomodar cualquier tipo de muebles. Una de las formas de lidiar con esto es a través de la prueba y el error, pero la reorganización de los muebles en una habitación pequeña es a la vez mucho tiempo y tedioso.
A continuación te sugerimos un par de ideas que podrán ayudarte a acomodar con mayor facilidad un cuarto pequeño.
Empieza por los muebles más grandes
Los dos muebles más grandes de tu habitación son probablemente la cama y un armario. La cama será probablemente la pieza central y, dependiendo del tamaño de tu habitación, puede ser individual o matrimonial.
Dado que la cama es el punto central de la habitación, se necesita despejar el mayor espacio posible en el suelo. Cuanto más espacio de suelo tengas, más grande y amplia parecerá tu habitación. Colocar estanterías flotantes para exponer tus plantas o libros puede servir para ocupar menos espacio en el suelo.
Si utilizas tu habitación para otras cosas, como trabajar o hacer ejercicio de vez en cuando, siempre es bienvenido más espacio, así que una individual sería lo mejor.
Los objetos decorativos deben dejarse para el final
Los objetos más pequeños, como la decoración de las estanterías, los despertadores y los pósteres, deberían dejarse para el final porque nunca sabrás de cuánto espacio dispones realmente para añadir estos artículos.
Define tus prioridades
Cada persona tiene sus propias prioridades a la hora de diseñar una recámara. Tanto si quieres crear un entorno elegante para relajarte como un espacio multifuncional que sirva tanto de cama como de oficina, es importante que tengas en cuenta cuál va a ser la función principal de tu habitación para poder priorizar los muebles más importantes.
Puede que no parezcan muy diferentes, pero una cama de tamaño queen abarca unos 150 cm de ancho, mientras que una matrimonial tiene unos 136 cm de ancho. Si cambias la cama queen por la matrimonial apenas se nota la diferencia y tendrás unos centímetros más para poner unas mesitas de noche.
Siempre mide tu habitación y los muebles que tienes
Antes de invertir en cualquier mueble nuevo, asegúrate de haber medido las dimensiones de tu habitación y de los muebles que ya tienes para asegurarte de que todo lo nuevo que compres pueda caber.
Guárdelas en un archivo o en un cuaderno al que puedas acceder fácilmente para poder consultarlas cuando más las necesites. Estas medidas serán útiles para ayudarte a elegir los muebles adecuados, pero también deberías acostumbrarte a comprobar dos veces el tamaño de cualquier mueble que compres por Internet e incluso considerar la posibilidad de tener una cinta métrica y llevarla contigo a las tiendas de muebles para saber exactamente el tamaño de un mueble.
Desafía la norma
¿Qué consideras que es esencial en un dormitorio? La mayoría de la gente diría que la cama, el tocador o la mesa de maquillaje, e incluso el armario. Sin embargo, si eres de los aventureros a los que no les importa romper la tradición y pensar de forma diferente, es posible diseñar una habitación realmente única y cómoda.
Por ejemplo, puedes evitar el gasto de una cama normal y considerar la posibilidad de comprar una cama enrollable o una que pueda desplegarse de la pared o un sofá para ahorrar espacio en el dormitorio cuando no se utilice.
Del mismo modo, puedes eliminar las mesillas de noche y utilizar una solución portátil como una pequeña mesa plegable o extensible. Otro ejemplo sería pensar en forma vertical para obtener espacio de almacenamiento, como agregar más estantes o incluso elevar su cama para que la parte inferior pueda tener áreas de almacenamiento incorporadas.
Haz que tu cuarto parezca más grande
Para ello, deberás mantener tu cama en el centro de la habitación. Dado que la cama es el mueble más grande, sobre todo si se trata de una cama más grande, como por ejemplo, una cama king size, debes darle el espacio adecuado para que brille. A continuación, puedes decorar a su alrededor de forma que tenga sentido y que unifique la habitación.
Es posible que te sientas tentado o persuadido de poner la cama en una esquina, aparentemente para ahorrar algo de espacio. Sin embargo, colocarla en el centro la convierte en el punto central de la habitación, evitando el desorden que se produce por acomodar demasiado en una habitación pequeña. Además, mantiene las cosas organizadas y hace que la habitación sea más acogedora.
Además, si tienes más espacio a cada lado de la cama, será mucho más fácil caminar cada mañana. Sin embargo, si no es posible colocar la cama en el centro, colócala en una esquina. Asegúrate de que el espacio junto a la cama esté siempre limpio y desordenado.
Otra forma de engañar al ojo para que vea más espacio es jugar con la pintura. Pintar las paredes en un tono más claro hará que tu dormitorio parezca más grande.
El color rosa claro, los tonos de blanco o el gris claro pueden hacer que tu habitación parezca amplia, fresca y luminosa. Sin embargo, no tengas miedo de optar por los tonos oscuros si eso es lo que prefieres; por ejemplo, los tonos oscuros de azul o gris pueden hacer que tu recámara se sienta más sofisticada e íntima. Si te inclinas por los tonos oscuros, piensa en la cantidad de luz natural que puede entrar en tu habitación.
Instala cortinas tan altas como sea posible para que tu habitación parezca más alta. Consigue que las cortinas lleguen hasta el techo, ya que dirigirá la mirada hacia arriba al entrar en tu habitación. Selecciona cortinas que se prolonguen hasta el suelo aunque estén instaladas o montadas a la altura del techo. Para que entre más luz natural, opta por cortinas de doble capa muy fina.
Intenta colocar espejos en las paredes para reflejar la luz y hacer que la habitación parezca más grande. Dará al espacio una sensación de mayor tamaño que el real. Además, asegúrate de elegir una colcha que no distraiga la vista con motivos excesivamente detallados.
De hecho, es una buena idea evitar por completo los estampados brillantes y optar por una colcha que armonice con las cortinas y las paredes. Si es posible, adquiere una colcha reversible, ya que te permitirá variar cada semana si quieres cambiar las cosas. Los azules, los marinos oscuros, los blancos, los grises y los cremas son algunos de los colores tranquilizadores que no desviarán la mirada ni harán que el espacio parezca pequeño.
Consigue muebles que hagan que el espacio parezca más grande. Los muebles transparentes o de cristal son excelentes, ya que reflejan la luz a través de ellos, haciendo que la habitación parezca más grande.