A todo el mundo le pasa lo mismo a la hora de elegir la ropa: Ciertos colores son difíciles de mantener si tu objetivo es mantener un aspecto limpio y nítido. Y hay otros colores que simplemente se ven… sucios, incluso cuando la prenda está impecable. La misma regla, como es de esperar, se aplica a las paredes. Aunque te encante un color de pintura en un muestrario, el aspecto de ese color en la pared -y su resistencia con el paso del tiempo- puede no estar a la altura de tus expectativas. En el peor de los casos, tu elección de color podría incluso parecer sucia.
Por lo tanto, para evitar que una habitación parezca “sucia”, hay que elegir el color adecuado y emplear otras estrategias una vez que se hayan pintado las paredes. Tanto si te mudas a una casa nueva y empiezas desde cero como si quieres rehacer un espacio de tu casa actual, aquí tienes todo lo que necesitas saber para evitar las tonalidades sucias.
¿Hay algún color de pintura que siempre parezca sucio?
Si alguna vez has vivido en un condominio de departamentos, probablemente hayas visto el color apodado “Beige del Constructor”, el neutro que a menudo es utilizado estratégicamente por los constructores. Para ahorrar tiempo y dinero, los constructores pintan todas las paredes interiores y los techos con pintura “beige” plana y diluida, en un esfuerzo por crear un lienzo en blanco para el nuevo inquilino y para cubrir cualquier evidencia reveladora del residente anterior.
Aunque los tonos orgánicos son una gran opción para crear una paleta neutra, muchos de estos tonos tienden a tener un aspecto más sucio, simplemente porque se trata de igualar el color del desorden. Piensa en el color que tiene la suciedad, café, mostaza, gris claro y beige cálido y no el resultado puede ser algo sucio.
Si quieres aprovechar los poderes de camuflaje del beige y mantener las cosas limpias, en lugar de un beige tostado, puedes buscar un beige arena o café con leche, si buscas un tono tierra el verde salvia vendría muy bien.
¿El blanco es fresco y limpio? ¿Difícil de mantener?
Si el beige parece automáticamente sucio, se podría pensar que el blanco es lo contrario, pero ese tono también puede parecer sucio. Hay miles de tonos de blanco, y una estética fresca y limpia siempre depende de los subtonos.
Los blancos demasiado cálidos, con muchos subtonos amarillos o cafés tienden a sentirse rápidamente deslucidos y apagados. Mantén las cosas ligeras y alegres con un color neutro más versátil, como el Simply White o si quieres realmente una sensación de calidez en tus paredes el tono White Flour de Sherwin Williams es una opción segura con un sutil toque de tono arenoso.
Cuando vayas a la tienda puedes pedir una muestra y compararla con una hoja de máquina blanca, aveces una pintura puede parecer blanca pura y simple, hasta que la pones al lado de esa hoja de papel blanco, y es entonces puedes ver que la muestra de pintura tiene en realidad otros subtonos.
Al elegir un tono blanco para tus paredes también debes tomar en cuenta si tienes niños, pues difícilmente una pared blanca puede permanecer limpia con niños en casa.
Los colores limpios varían de una habitación a otra
Es importante tener en cuenta la luz natural a la hora de seleccionar colores limpios. Los tonos con subtonos cálidos se verán más oscuros, y quizá más apagados, en zonas sin mucha luz natural. En esas habitaciones, lo mejor es optar por neutros más claros y brillantes, o puedes irte por un color oscuro, como un azul marino intenso, un verde esmeralda o un negro opaco. Los tonos grises o beiges medios sin ninguna luz que se refleje en las paredes, se sentirán más apagados y tristes”.
También hay que ser estratégico a la hora de elegir colores complementarios. Los beiges, crema o los blancos cálidos pueden quedar muy bien en las paredes, pero no suelen quedar bien en los zócalos, se pueden ver descuidados junto a paredes blancas y nítidas, dando una apariencia sucia.
Este consejo es también para superficies no pintadas, como los azulejos
Todo lo que sea amarillo, beige o café siempre parecerá viejo más rápido, ya sea pintura o azulejos y más aún si el azulejo está emparejado con un color que ya está apagado. Las maderas cálidas y los tonos apagados quedan mejor con los blancos o cremas, mientras que las superficies de mármol blanco quedan mejor con blancos puros o los grises fríos.
Importancia del brillo o la calidad de la pintura
Pensando en otras habitaciones y espacios, el acabado importa tanto como el color, principalmente por su funcionalidad. En general, cuanto más brillante sea la pintura, más fácil será mantenerla limpia, pero eso no significa que debas elegir el brillo para todos los espacios.
Por ejemplo, en los cuartos de baño, se tiene que utilizar una pintura especial semibrillante que pueda soportar el calor y la humedad.
La pintura blanca mate es estupenda para ocultar las imperfecciones de los paneles de yeso, pero no es tan buena para la limpieza y se mancha con facilidad es ideal para los techos y zonas poco transitadas de la casa.
Una pintura con brillo suave es ideal para salas y comedores, para permitir que la luz rebote por el espacio y ocultar las huellas dactilares que pudiera haber. Para zonas de mucho tránsito, como cocinas y baños, un satinado podría ser más apropiado para aumentar, ya que es relativamente fácil de limpiar.
Los brillantes y semibrillantes son los más duraderos y, debido a su alto brillo, buena opción para las molduras, las puertas y los armarios de la cocina.
La calidad de la pintura también es importante, La pintura de mayor calidad vale la pena a largo plazo, no sólo por los mejores resultados de cobertura que se obtienen en la aplicación, sino también por la facilidad de limpieza y mantenimiento. La mayoría de las veces la pintura más económica termina desprendiéndose al intentar limpiarla.