Pensar en amueblar una casa es pensar en un sofá y una cama, el resto -visto desde la perspectiva de la precariedad- lo concebimos como necesidades que pueden esperar, pero el sofá y la cama son indispensables.
¿Y si matamos dos pájaros de un tiro? Sé que, cuando se trata de precios, parece tentador elegir un sofá cama por encima de una cama tradicional, pero a la larga ¿realmente es una buena inversión?
Antes de pasar a las ventajas y desventajas, déjame situarte en contexto de mi experiencia durmiendo en un sofá cama para que, si estás en una situación similar, puedas tomar una decisión con base en una situación real. O bien, si lo que buscas es tener una opción para invitados de imprevisto, sepas qué tan funcional puede ser un sofá cama.
Mi primer sofá cama
Cuando me mudé por primera vez llevaba una tercera parte de mis cosas en una maleta mediana y el resto en el celular. Sí, la era digital no me había sorprendido tanto hasta entonces, cuando me di cuenta que todo lo que tenía eran códigos en un dispositivo más pequeño que mi pasaporte.
En aquel entonces llegaba a vivir con uno de mis familiares y, aunque era una casa amueblada, para mí no había cama, ni ropero o algún lugar donde guardar mi ropa.
No tuve problema por utilizar mi maleta como ropero por un par de meses, pero tener una cama era otra historia y en el espacio que tenía, meter una cama era casi imposible.
Por descalificación, mi elección fue un sofá cama y es aquí donde quiero hablarte de ventajas y desventajas de un sofá cama si lo comparamos con una cama tradicional.
Ventajas
Primero pasemos a las buenas noticias para no llegar desanimados por una reseña que podría nublar tu juicio antes de conocer toda la historia.
- Costo: si comparamos el precio de un sofá cama con el de una cama, la diferencia de precio saltará a la vista de manera notable si ponemos frente a frente artículos de una calidad similar. Es decir, un buen sofá cama será más barato que una buena cama y un mal sofá cama será más barato que una mala cama.
- Orden y espacio: por su naturaleza, un sofá cama está diseñado para ahorrar espacio, ser práctico y poder moverse más fácil. Inclusive hay algunos tan pequeños (y cómodos) que no representan inconveniente alguno.
- Fácil y sencillo: creer que doblar y desdoblar un sofá cama representa una tarea titánica es un error. Convertir un sofá en cama y viceversa es más fácil de lo que parece. En algunos casos basta con jalar una manija, bajar una palanca o poner un poco de presión.
- Portabilidad: mudarte puede ser un completo dolor de cabeza si tienes objetos grandes. Principalmente, porque sabes que vas a tener que pagar un vehículo de mudanza o hacer dos o tres viajes para llevarte todas tus cosas y una de las más difíciles de llevarte es la cama, algo que no ocurre con un sofá cama.
- Comodidad: entiendo que es la principal preocupación, pero no hay mucho porque temer. Sé que seguramente te habrás quedado dormido en alguna ocasión en tu sofá sin problema alguno. Imagina algo así, pero mucho mejor. No es la película de horror que podrías creer.
Desventajas
Lo sé, es la parte que querías conocer para convencerte si sería una buena compra o funcionaría a futuro.
- Es cómodo, pero no tanto para dos: si el sofá cama lo buscas para dos personas, quizá debas pensarlo bien. Es decir, no es tan malo si duermes un tiempo ahí, pero utilizar un sofá cama para dos o más personas durante un tiempo mayor a un año es duro y vas a notarlo.
- Orden y espacio en una casa amueblada: si tu casa ya tiene muchos muebles y espacio de sobra para invitados, un sofá cama no te aportará más de lo que ya tienes, a menos que quieras deshacerte de cosas o muebles para darle espacio al sofá cama.
- No todos los sofá cama son buenos: así como puedes aborrecer una pésima cama, puedes desencantarte de un sofá cama. Si vas a hacer una compra esperando ahorrar, no quieras exprimirle lo más posible a cada centavo, recuerda: lo barato sale caro. Invierte en algo de calidad, como lo que tenemos en moblum. Te doy un bonito ejemplo: el Draxler es un elegante y cómodo sofá cama que no requiere mucho espacio. Es fácil de transportar, así como de convertirlo de sofá a cama y viceversa, además viene equipado con cojines y su precio es muy accesible.
- Si tienes dinero y espacio: si tienes espacio disponible y el dinero para una cama, no le apuestes a un sofá cama. Ya que estamos en eso, échale un ojo a nuestra cama Kaysa, una opción maravillosa que se adapta a cualquier estilo. Si tienes más dudas para armar una recámara acogedora, revisa este enlace.
¿Para quién sí es un sofá cama?
Para que termines por convencerte o no, aquí te dejo un pequeño resumen por puntos.
- Rentas y consideras cambiarte de vez en vez por cuestiones de trabajo o comodidad.
- Acabas de mudarte de ciudad y no tienes mucho presupuesto.
- El cuarto que rentas es pequeño y no está amueblado.
- Vives en un departamento tipo loft en el que quieres aprovechar lo más posible el espacio.
- Habitualmente tienes visitas y no tienes dónde acomodarlas.
- Tu mujer te manda a dormir a la sala a menudo.
¿Tienes un sofá cama, cuéntame tus experiencias?